Un techo acústico es aquel que tiene unas propiedades acústicas bien para aislar o bien para absorber sonido.
Si lo que queremos es un techo acústico para que el ruido no se transmita de un local inferior “A” a otro local superior “B”, necesitaremos un techo acústico insonorizado.
Sin embargo si lo que queremos es que dentro de nuestro local haya un confort acústico agradable, sin ecos ni sonidos molestos entonces necesitaremos un techo acústico absorbente.
Para conseguir reducir la reverberación de un local y por tanto ganar en confort acústico hay que introducir materiales fonoabsorbentes (materiales porosos que puedan absorben sonido y no lo reflejen o lo reflejen lo mínimo posible).
Los techos pueden ser tanto fijos como desmontables y para que sean absorbentes deberán en ambos casos contener materiales porosos.
Un techo desmontable fonoabsorbente o techo desmontable acústico está formado normalmente por una perfilería lacada en el color que queramos (normalmente blanco o negro) y placas desmontables a base de fibras absorbentes.